Las búsqueda de consensos, la escucha de todas las partes, la capacidad de diálogo, la humildad para reconocer en el otro sus aportes, la apertura, el trabajo en equipo son esenciales en nuestras vidas en cualquier ámbito y en cualquier momento. Por ello, educarnos y desarrollarnos en estos valores es fundamental, todos debemos promoverlo en nuestros profesionales
Archivo de la categoría: ética empresarial
Ética en nuestras profesiones
Un profesional ético en aquel que realiza su labor bien y como aprendizaje para la construcción del bien común y no para sus propios intereses. Para ello sus ingresos son importantes pero no como objetivo principal, sino como un medio para poder tener una vida digna. La supervivencia muchas veces está por encima de la ética o aunque tengamos salarios altos, la avaricia nos hace olvidarnos de ella.
De la RSC a la Función Social de la Empresa
Os presento una entrevista que me hicieron en el programa radiofónico «desde el observatorio» realizado por el Observatorio de Sociedad, Gobernanza y Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico.
Trato del tema de la Función Social de la Empresa y cómo un enfoque basado en esta podría superar y mejorar el actual planteamiento de las políticas de Responsabilidad Social de la Empresa
Podéis encontrar el programa en dos formatos:
YOUTUBE:
O a través de Spotify:
La misión como sueño dura poco
La grandilocuencia de las misiones empresariales terminan siendo un sueño que incomoda al trabajador que en sus tareas habituales esta tratando de alinearse con la organización, esto lejos de motivar a la masa laboral se convierte en una influencia negativa, una desfachatez que produce un creciente enfado en los que viven una condición no ideal pero que están dando la cara en los procesos productivos en la organización
Misión, visión y valores de la empresa
Bajo el esquema empresarial de misión y visión, es decir lo que son y en qué dirección quieren ir muchas organizaciones plantan sus objetivos y valores con un fin de mostrarse como la mejor opción «los elegidos » y motivación a trabajadores, pero realmente la búsqueda de más beneficios es realmente lo importante
Éxito y excelencia en el mundo empresarial
Crecer, ser los mejores, alcanzar la excelencia parecen ser los grandes mantras de muchas empresas. Los mensajes de las empresas muchas veces son autoreferentes y autocomplacientes. Son palabras vacías. Crecer por crecer y buscar la excelencia no tiene mucho sentido sino tiene contenido real y consistente la organización
Utilidad social y rendimiento económico
El próximo martes 18 de Enero de 19:00 a 20:30 el Grupo de Gestión Empresaria de Humanidad Nueva de Barcelona organiza una sesión de trabajo en la que participo como ponente invitado. Se trata de un caso práctico de empresa en el que tras una exposición de unos 15 minutos, se abre un turno de trabajo y diálogo entre sus participantes (españoles y latinoamericanos, sobre todo)
La sesión se realiza de una manera telemática y si queréis participar en ella (ya sea a través de zoom o de youtube) tenéis que inscribiros en grupdegestio@focolars.org os enviarán el caso para que lo podáis leer previamente. Versará sobre un caso relacionado con la gestión hospitalaria.
1ª Jornadas de Economía Colaborativa de Valladolid
Esta semana voy a participar en las primeras Jornadas de Economía Colaborativa de Valladolid.
En concreto el jueves 15 a las 18:00 podréis seguir una mesa redonda sobre: «Nuevas propuestas de la economía civil de mercado» (intervendremos cuatro personas)
El viernes 16 a las 18:00 una presentación de iniciativas empresariales en las que intervendrán FIARE, AZACÁN, Cáritas de Valladolid y SOLYECO
El sábado 17 a las 11:00 impartiré una conferencia sobre «Economía para la Esperanza» y luego se entregarán los premios a la mejor iniciativa emprendedora escolar 2021 (SOLO SE PODRÁ SEGUIR EN MODALIDAD PRESENCIAL)
La cara oculta de los incentivos
Una de las ideas más generalizadas entre mis alumnos es la necesidad de incentivos para potenciar que los trabajadores hagan lo que la empresa pretende.
El incentivo piensa siempre en un mundo en el que cada persona, institución o colectivo persigue únicamente, sus propios fines.
El incentivo potencia empresas confrontadas, atomizadas, de personas que solo buscan sus propios objetivos.
Hacerse amigo de Funderética
La Fundación Europea para el Estudio y Reflexión Ética (FUNDERÉTICA) de la que soy patrono, es una institución que pretende promocionar la dignidad de la persona a partir de la reflexión ética, basándose, en especial, en el humanismo cristiano.
En estos tiempos de COVID nuestras fuentes principales de financiación para realizar nuestras múltiples actividades (puedes verlas aquí) se han reducido.
Por ello estamos haciendo una campaña para captar nuevos amigos que, con una mínima aportación anual (al menos 15€), nos ayuden a seguir realizando esta importante labor.
Os invito a que sepáis más sobre FUNDERÉTICA en https://funderetica.org/ , a que conozcáis los Cuadernos de Ética en Clave Cotidiana, de los que hemos tenido ya más de 70.000 descargas, y todas las otras actividades que hacemos en https://funderetica.org/actualidad/
Os invito a hacerlos amigos de Funderética con una aportación mínima de 15€ anuales. Para ello enviad este formulario a fundraising@funderetica.org indicando en el email la aportación que queréis realizar.
Cómo medir el compromiso social de las empresas
Este próximo miércoles 6 de Mayo entre las 18:00 y las 19:00 vamos a continuar con las sesiones que hemos dedicado a hablar sobre el compromiso social de las empresas presentando un sistema para medirlo.
Estáis todos invitados a la conversación que tendremos y que hemos titulado «Cómo medir el compromiso social de las empresas» y podéis invitar a quienes queráis.
El enlace para esta reunión es: https://eu.bbcollab.com/guest/30129850277946ed89b3b541f1d8011f
Y tenéis aquí un breve artículo introductorio:
https://enriquelluchfrechina.wordpress.com/2013/05/23/la-empresa-y-su-funcion-social/
Y un documento más explicativo donde fundamenta y describe esta metodología con mayor concreción:
¿Qué hace que una empresa sea o no social?
Volvemos a nuestra conversación dominical. Esta vez vamos a tratar un tema que resulta polémico en ocasiones, si todas las empresas son sociales o solo una parte de ellas y, si es así, qué las hace más sociales a unas que a otras.
Hay tres ideas que no tienen porque ser incompatibles, pero que intentan contestar la pregunta planteada, ¿Qué hace que una empresa sea o no social?:
1.- Su forma jurídica.
2.- Su manera de actuar.
3.- Todas son sociales por su propia naturaleza.
Hablaremos de ello el próximo domingo 19 de Abril entre las 18:00 y las 19:00 (Hora peninsular).
El enlace de las conversaciones de domingo es: https://eu.bbcollab.com/guest/48b289d30a1741f7b177fd0c9fbf19f4
Para preparar la reunión tenéis estos dos breves artículos:
https://enriquelluchfrechina.wordpress.com/2015/10/13/la-funcion-social-de-la-empresa/
Modelos de decisión estratégica para priorizar la Función Social de la Empresa
El próximo jueves día 25 de octubre a las 17:00 en la Universidad CEU Cardenal Herrera en su campus de Alfara del Patriarca realizaremos una jornada sobre como enfocar los modelos de decisión estratégica de la empresa de una manera ética.
Tenéis toda la información en https://www.uchceu.es/actividades/2018/jornadas/jornada-modelos-de-decision-estrategica-para-priorizar-la-funcion-social-de-la-empresa
Qué es la Responsabilidad Social Corporativa
Programa de radio en el que podéis conocer algo más sobre lo que es la Responsabilidad Social Corporativa.
https://www.ivoox.com/29423266
Ética aplicada a la economía y a la empresa
Acaba de salir un libro del que soy coautor: «Ética aplicada a la economía y a la empresa»
Mi parte tiene como título «Las éticas aplicadas en los estudios empresariales»
El libro «pretende mostrar cómo el componente ético de las instituciones implicadas está directamente ligado al compromiso de los que la componen, y ambos se necesitan para hacer realidad la vocación hacia la construcción del bien común»
Lo podéis adquirir fácilmente en: https://www.unebook.es/es/libro/etica-aplicada-a-la-economia-y-a-la-empresa_245523
Personas, incentivos y compromiso
Artículo publicado en Economía 3, en el número de Abril de 2018, en su página 2018.
Podéis encontrar su versión on line en: https://economia3.com/2018/05/19/142810-personas-incentivos-y-compromiso/
Conferencia: Julián López: adaptarse sin perder la esencia
Os invito a la conferencia que realizarán Ezequiel Ferrando Abad y Eduardo Riaza Guillén en el Palacio de Colomina el próximo miércoles día 7 de Marzo a las 19:00.
En ella hablarán de Julián López, una empresa que quiere ser centenaria, comercializando un producto milenario a través de valores eternos.
Tenéis toda la información del evento en: https://www.uchceu.es/actividades/2018/conferencias/foro-ceu-empresa-julian-lopez-adaptarse-sin-perder-la-esencia
Y podéis encontrar todo sobre esta empresa en:
Cambiar la mentalidad de la empresa y del comprador para generar empleos remunerados
Artículo publicado en las páginas 12 y 13 del número 1601 de la revista Noticias Obreras de Diciembre de 2017
Durante los dos últimos años los datos agregados del empleo han mejorado. Hemos observado una creación neta de trabajos remunerados y una reducción sustancial de personas que están en el desempleo. Sin embargo, cuando dejamos los datos agregados para introducirnos en los datos el optimismo que genera el primer acercamiento a las estadísticas se enfría un poco. Esto es debido a que gran parte del empleo creado lo es a tiempo parcial y muchos de los contratos son temporales. La consecuencia directa de esto es que el porcentaje de personas que tienen trabajo y no salen de la pobreza no hace más que incrementarse, ya que muchas de ellas tienen unos ingresos anuales inferiores al Salario mínimo interprofesional.
No voy a analizar aquí las causas de que esto suceda pero sí que voy a hablar de las organizaciones en las que esto se da, es decir, de las empresas. Porque estos problemas que he apuntado no se dan de una manera abstracta, sino que detrás de ellos hay unas organizaciones en las que estas personas trabajan con estos bajos salarios, y unos consumidores que compran sus productos sin importarles lo más mínimo las condiciones laborales en las que se producen, ya que solamente están preocupados por la búsqueda del precio más bajo.
En estos dos agentes económicos se observan dos egoísmos complementarios y coherentes con una manera de funcionamiento de la economía actual que conlleva problemas para el empleo remunerado. El primero es el de una empresa centrada en obtener beneficios para sus propietarios-accionistas. La concepción reduccionista de la empresa actual considera que toda ella debe estar al servicio de incrementar las ganancias de sus propietarios, lo que lleva a que los trabajadores sean vistos únicamente como un factor de producción cuyo coste hay que abaratar lo máximo posible para poder mejorar el margen de beneficios. Al mismo tiempo, el consumidor estándar piensa que lo que tiene que lograr es comprar lo más barato posible para poder adquirir más cosas con los ingresos que tiene, con la convicción de que tener más le va a llevar irremediablemente a estar mejor. Por ello, no mira más allá del precio del producto y se ciñe a la comparación de precios entre unos bienes y otros para acabar adquiriendo el más barato.
Es necesario apostar por un cambio de mentalidad de las empresas para poder superar estas situaciones negativas para quienes son sus principales actores: las personas que allí trabajan. Este cambio de mentalidad pasa por poner en un primer lugar lo que se denomina la “Función Social de la Empresa” (FSE) que está compuesta por tres elementos. El primero es producir bienes y servicios útiles para la sociedad. Son necesarias las empresas en una sociedad porque aúnan esfuerzos de muchas personas haciendo que estos converjan en la producción de estos bienes y servicios que acaban beneficiando a quienes los compran y nos hacen la vida mejor y más sencilla a los demás.
El segundo componente de la FSE tiene una relación directa con las personas que componen una empresa. Porque toda empresa es un grupo humano y como tal, tiene que ayudar a las personas que en ella trabajan y ser positiva para su perfeccionamiento y su vida diaria. La empresa es buena para la sociedad porque permite unos ingresos a quienes allí trabajan, pero también porque es un cauce para que estas junten sus esfuerzos con otras personas para trabajar a favor de la sociedad y para que maduren como tales a través de un componente intrínseco a su ser como es el trabajo.
El tercer componente de la FSE tiene que ver con que la empresa es una organización que ayuda al desarrollo del entorno en el que se encuentra. Esto lo consigue a través de la riqueza que puede generar en su entorno gracias a la creación de empleos, a la contratación de suministradores locales, a la utilización de sistemas de producción eficientes que permitan ahorros en el uso de recursos naturales que colaboran en el cuidado de la creación y en la mejora del medio ambiente, al pago de impuestos locales y nacionales, a actuaciones en favor de la la sociedad, etc.
El reconocimiento de esta FSE como el elemento clave de la empresa tiene como principal consecuencia que el beneficio pase a un segundo plano. Es decir, en lugar de ser el beneficio el norte que marca toda la orientación de estas organizaciones, es una condición necesaria para poder cumplir su principal objetivo, que es precisamente su Función Social. El cambio de prioridad es importante porque pone el criterio económico del beneficio en su justo lugar, al servicio de la función social de la empresa, lo que es clave a la hora de tomar las decisiones empresariales que vendrán así dirigidas por una prioridad diferente al beneficio. Cuando cambian las prioridades, las decisiones que se toman ante las mismas situaciones empresariales son diferentes.
Paralelo a esto debe darse un cambio de mentalidad en los compradores. El criterio de compra debe de ir más allá del precio e incorporar la preocupación sobre cómo están produciendo las empresas a las que se compra. Es lo que se ha venido a denominar la “compra responsable”. La actuación de aquellas personas que a la hora de adquirir un bien miran no solo el precio, sino las condiciones laborales, ecológicas, sociales y éticas que tiene la empresa que produce ese bien o servicio para decidir adquirirlo o no. La introducción de estos criterios de compra permite que el comprador también colabore en la potenciación de aquellas empresas que pagan mejores salarios a sus trabajadores, que tienen mejores comportamientos sociales y medioambientales, etc.
Para combinar estas dos actuaciones se precisa un nexo que las una: la transparencia en las condiciones sociales y medioambientales de producción. Sin ella el comprador no puede elegir entre una empresa u otra y estas no pueden hacer valer sus diferentes comportamientos en estos aspectos ante otras empresas que no los desarrollen. Para ello han aparecido sistemas de acreditación de comportamiento ético y social de las empresas. Estos son el nexo entre los dos cambios de mentalidad para caer en la cuenta de que el mantenimiento del empleo remunerado y el incremento del mismo es una tarea de todos, de las empresas y de los compradores, no solo del legislador.
La responsabilidad social de la empresa al servicio de la comunidad
Los próximos días 15 y 17 de enero en Moncada y organizadas por ciclos formativos del colegio «Sant Jaume Apostol» (con la participación de la Asociación de Empresarios de Moncada y Cáritas parroquial) se organizan las jornadas tituladas «La responsabilidad social de la empresa al servicio de la comunidad» en las que participaré el lunes junto a Enrique González, gerente de Fundación Novaterra.
Estáis todos invitandos, aquí tenéis el programa completo.
Jornada «De la responsabilidad social a la función social de la empresa. Un cambio de cultura empresarial al servicio de la sociedad”
El próximo 2 de Noviembre entre las 15:00 y las 20:00 Funderética y la Universidad CEU Cardenal Herrera organizamos en Valencia, en el palacio de Colomina, una jornada sobre la Función social de la Empresa y el cambio de cultura empresarial que este supone. En él vamos a tener un importante elenco de ponentes que podéis ver más abajo en el programa.
La información completa la podéis encontrar en: https://www.uchceu.es/actividades/2017/jornadas/jornada-de-la-responsabilidad-social-a-la-funcion-social-de-la-empresa
PROGRAMA
15:30h. Inauguración
- Manuel Alcaraz Ramos, Conseller de Transparència, Responsabilitat Social, Participació i Cooperació de la Generalitat Valenciana.
- Rosa María Visiedo Claverol, Rectora de la Universidad CEU Cardenal Herrera
1ª PARTE. El marco normativo de la RSC y novedades en materia de reporte no financiero.
16:00 h. La economía responsable. El consumidor responsable ante la nueva cultura empresarial.
- Miguel Sebastián Gascón, economista y ex Ministro de Industria, Turismo y Comercio de 2008 a 2011. Profesor titular de Fundamentos del Análisis Económico, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Complutense de Madrid.
- José Felix Lozano, profesor de filosofía moral de la Universidad Politécnica de Valencia y patrono de ÉTNOR
- Modera: Enrique Lluch Frechina, profesor de la Universidad CEU Cardenal Herrera
17:30h. Experiencias empresariales en materia de evaluación de la RSE.
- Raimon Puigjaner, co-fundador de B Corporation Spain.
- Javier López-Galiacho, Director de Responsabilidad Corporativa del Grupo FCC.
- Modera: Elisa Marco Crespo, Profesora de la Universidad CEU Cardenal Herrera
18:50h. Pausa
2ª PARTE. Nuevas propuestas valencianas en materia de RSC.
19:00h. La evaluación desde la perspectiva de la Función Social de la Empresa (FSE).
- Enrique Lluch Frechina y Elisa Marco Crespo, profesores e investigadores de la CEU UCH autores de «Función Social de la empresa, una propuesta de evaluación ética”
19:30h.Clausura: La propuesta valenciana en materia de RSC: el Anteproyecto de Ley de Fomento de la Responsabilidad Social de la Generalitat Valenciana y la calificación de empresa Valenciana Socialmente Responsable.
- Josep Ochoa Monzó, Director General de Responsabilitat Social de la Generalitat Valenciana
- Esperanza Ferrando Nicolau, Decana de la Facultad de Derecho, Empresa y Ciencias Políticas
Entrevista en Radio Popular Bilbao
Entrevista en profundidad realizada por Radio Popular en Bilbao.
Aquí la tienes si quieres escucharla: http://bit.ly/2pkAZoV
La empresa como agente necesario y responsable en la construcción de una sociedad justa
Charla-coloquio para el próximo 9 de Mayo en Bilbao con José Luis Larrea (de 10:00 a 11:30 horas, en el Salón de Actos del Ilustre Colegio de Abogados del Señorío de Bizkaia)
Presentación del libro “La función social de la empresa. Una propuesta de evaluación ética”
Aquí os propongo la presentación del ligro «La función social de la empresa. Una propuesta de evaluación ética» Escrito Por Elisa Marco y por mi mismo. Esta presentación se realizó el pasado 25 de Noviembre en Madrid.
Recordad que este libro lo podéis descargar gratuitamente en: http://funderetica.org/wp-content/uploads/2016/04/funcionsocialdelaempresa.pdf
«Empresas con corazón»: presentación del programa en Tenerife
Cáritas Diocesana de Tenerife presentó la semana pasada su campaña «Empresas con corazón» en la Cámara de Comercio de su capital.
Participé como ponente en esta presentación. En el siguiente video podéis seguir el acto que allí se realizó y aprender más cosas sobre esta campaña que también se lleva a cabo en otros lugares de España.
Podéis encontrar más información sobre este acto en: http://www.caritastenerife.org/portal/?q=noticia/99
La empresa como agente de transformación social
El próximo jueves día 20 de Octubre imparto una conferencia con una posterior mesa redonda a las 17:00 en la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife.
Si estáis por allí, no os lo perdáis.
El empresario y el prestigio social
Artículo publicado en la revista Economía 3, número 281, septiembre de 2016, página 18
En la semana que escribo este artículo he tenido que acudir a un entierro. Un vecino de mi población falleció después de un tiempo enfermo a una edad a la que muchos querríamos llegar. La Iglesia se llenó de personas que quisimos darle el último adiós y acompañar a su familia en ese momento siempre triste en el que alguien nos abandona para siempre. Fue una despedida sentida de alguien muy querido por mucha gente, por todas esas personas que abarrotamos el templo y acompañamos a sus familiares. Muchos de ellos eran trabajadores de la empresa familiar que él había dirigido junto a estos durante muchos años. Esa empresa que habían heredado él y su hermano y que ahora sostiene la tercera generación de la familia.
Comienzo con este homenaje porque quiero resaltar aquí la figura de las personas que, como el fallecido y sus familiares, son queridos no solo por su manera de ser, sino también por cómo han vivido su vocación de empresarios. En un momento en el que el ser empresario parece ser sospechoso ante los ojos de muchas personas, es bueno recordar cuáles son las claves que dan lustre a esta vocación, que hacen que las personas que desempeñan esta labor sean reconocidos por sus trabajadores, por sus vecinos, por quienes les conocen. Reflexionar sobre estos elementos que hacen grande la función social del empresario y de las empresas que construyen, es afianzar a la empresa como una institución positiva para la sociedad y a aquellos que saben dirigirlas en la dirección adecuada, como líderes que colaboran en la construcción de una sociedad mejor para todos.
La primera clave para lograr esta finalidad es entender la empresa no como un medio para ganar dinero o hacerse rico, sino como un medio para ganarse la vida. Estas dos concepciones son totalmente distintas y con frecuencia antagónicas. Ganarse la vida supone pensar en el largo plazo, hacer de la empresa una vocación, sentir la empresa como algo que no solo me va a permitir vivir a mi, sino a todos los empleados que van a colaborar conmigo o mi familia en esta aventura. La rentabilidad no está aquí al servicio del enriquecimiento, sino de la vida. De la vida de sus empresarios, pero también de todos sus trabajadores, de todos quienes permiten con su trabajo diario que la rentabilidad acabe repartiendo riqueza para todos.
Otro aspecto importante de esta labor es la preocupación por el producto o servicio ofrecido. El reconocimiento a la labor de una empresa proviene también de una preocupación especial por producir un bien o servicio que cumpla bien su labor social. No se trata tan solo de ser competitivo y ofrecer un producto más barato que la competencia, sino de ofrecer un bien o servicio que cumpla con las expectativas de sus compradores, que sea de fiar, que genere confianza, que sea apreciado por quien acaba adquiriéndolo, consumiéndolo o utilizándolo. La preocupación por el trabajo bien hecho, por la honradez y por la correspondencia entre lo que se dice y lo que se hace, son aspectos valiosos que permiten mantener ese reconocimiento social a la empresa y a sus dirigentes.
Preocuparse más por la empresa a largo plazo, que por el beneficio a corto también supone articular sistemas de transmisión de la empresa a la siguiente generación adecuados. Un protocolo familiar bien articulado y consensuado por todos permite concentrarse en lo clave de la empresa, es decir, en producir bienes y servicios útiles para la sociedad. El apego al lugar en el que se trabaja y de donde provienen la mayoría de los trabajadores también es una condición esencial para lograr esta empresa que se mantiene en el tiempo y que cumple correctamente su función social.
Por ello, cuando se entiende que una empresa es una institución que crea empleo digno y con salarios dignos en la zona en la que trabaja, que quiere ser un medio para que sus trabajadores puedan vivir dignamente y cooperar en una labor positiva para la sociedad como es la producción de un determinado bien o servicio y que potencia el entorno social, cultural y medioambiental en el que trabaja, sus directivos y líderes son reconocidos por todos como constructores de una sociedad mejor y la empresa es una institución querida en el lugar en el que se asienta.
Cuando se escucha esta manera de trabajar uno puede preguntarse por qué, entonces, hay tanta prevención en contra de los empresarios en algunos sectores de la población si los empresarios cumplen una importante labor social dirigiendo y liderando estas instituciones tan útiles para la vertebración de la sociedad. La respuesta la podemos encontrar en que algunos de ellos han perdido su vocación social y han convertido sus empresas en maquinarias de producción de beneficios para sus accionistas, en las que los trabajadores han pasado a ser simples factores de producción cuyo coste hay que minimizar a toda costa y en las que la sensibilidad hacia el entorno medioambiental, social y humano es prácticamente nula. Lo único válido en estos casos es el rendimiento que obtienen sus propietarios-accionistas gracias a la gestión de la empresa.
Esta clase de empresario ha resultado más mediático que el anteriormente nombrado, lo que ha conformado una idea negativa de todos ellos. Recuperar la esencia de la empresa, potenciar su función social por encima de la visión reduccionista de la empresa, comunicar y resaltar en los medios de comunicación estas empresas volcadas en la mejora de la sociedad, es una labor necesaria para revalorizar una labor dura, valiente, socialmente responsable y, por desgracia, a veces poco reconocida.
Solo quedan dos Cajas de Ahorro en España
Una de las consecuencias de la crisis ha sido que han desaparecido del panorama económico español una de sus instituciones más longevas que existían, las cajas de ahorro (muchas de las cuales contaban con más de 100 años de existencia). Mientras que antes de la crisis había en España 45 cajas de ahorro, en estos momentos solo quedan dos (que eran además, de las más pequeñas que existían).
El pasado miércoles vino a la Universidad CEU Cardenal Herrera el representante de la principal de estas dos cajas, la Caixa Ontinyent y nos explicó por qué ella ha sobrevivido a esta crisis.
Se trata de una experiencia interesante que demuestra dos cuestiones importantes:
Que el tamaño no es lo más importante
Que no es necesario ser maximizador de beneficios para realizar una buena gestión económica
Podéis encontrar información sobre esta conferencia en: https://medios.uchceu.es/actualidad-ceu/el-foro-ceu-empresa-analiza-la-situacion-de-caixa-ontinyent-la-unica-caja-valenciana-que-sobrevivio-a-la-crisis-economica/
Además, tenéis aquí un video en el que podéis aprender más sobre esta caja:
La función social de la empresa
Artículo públicado en la revista ICONO, año 117, nº 9, Octubre 2015, pág: 12 y 13
Para seguir hablando de economía solidaria voy a pasar a referirme a las empresas. Cuando pregunto en mis clases para directivos por qué creen que a una sociedad le conviene que existan empresas, siempre recibo tres clases de motivos. Porque las empresas permiten producir bienes y servicios útiles para la sociedad y esto es bueno para ella, porque las empresas permiten que las personas puedan ganarse la vida y tener los ingresos suficientes para poder vivir y, en último lugar, porque las empresas unen a personas para trabajar conjuntamente y producir bienes de una manera eficiente utilizando los menores recursos posibles. Si a nosotros nos hubieran preguntado lo mismo, seguramente hubiésemos respondido, de una manera u otra, con los mismos argumentos. A pocos o a ninguno se nos ocurre contestar que la sociedad necesita empresas para que proporcionen beneficios a sus accionistas.
Muchas empresas parecen perseguir tan solo el beneficio
Sin embargo, gran parte de las empresas actuales y especialmente las más grandes, parecen perseguir en exclusiva el beneficio para sus propietarios-accionistas. El único fin de la empresa y al que consagran sus mayores esfuerzos parece ser el rendimiento económico. Se trata de una concepción reduccionista de la empresa en la que las cosas que son importantes para la sociedad (el producto o servicio, el salario de los trabajadores, la colaboración en el desarrollo del lugar) pasan a un segundo lugar para convertirse en instrumentos útiles para ganar dinero. No buscamos el mejor producto o servicio, sino aquel que nos proporciona más beneficios. Los trabajadores son tan solo un coste de producción que hay que reducir al máximo para incrementar los beneficios. El entorno donde se produce el bien no importa, salvo para aprovecharse de él y ponerlo al servicio de los resultados empresariales.
Todo ello lleva a dilemas éticos que se resuelven en contra de las personas
Es por este motivo que, cuando en esta clase de empresas se producen dilemas éticos en los que hay que confrontar la consecución de mayores beneficios económicos para los accionistas con actuaciones que van en contra de las personas (ya sean estas clientes, proveedores, trabajadores o terceros que viven en el entorno de la empresa), normalmente ganan los beneficios y pierde el bien de las personas implicadas. La prioridad de la ganancia es la que marca la manera de resolver las cuestiones de la empresa. No hay dudas y “el negocio es el negocio”. La Responsabilidad Social de la Empresa, a la que muchas empresas hacen mención, queda así en agua de borrajas si la prioridad sigue siendo el máximo beneficios. Las actuaciones responsables solamente se llevan a cabo en la medida que no molesten al objetivo principal o mejor, en la medida en que lo apoyen y logren que la ganancia se vea incrementada. La ética económica es, al igual que la función social de la empresa, tan solo un instrumento para lograr el objetivo final: incrementar las ganancias.
Poner la Función Social de la Empresa en el corazón de la estrategia empresarial
Ante esta visión existe otra alternativa y más acorde con la Doctrina Social de la Iglesia que es la de poner la Función Social de la Empresa en el corazón de la estrategia empresarial. Se trata de algo que realizan algunas empresas (no tantas como sería de desear) y que algunos luchamos para que se generalice en el mundo empresarial. La base de esta otra manera de trabajar en la empresa es la de cambiar el orden de prioridades y la manera de entender el rendimiento y la función de la empresa. En esta clase de empresa, la búsqueda del beneficio (al igual que veíamos en la familia en el anterior número de esta revista) pasa de ser el norte que guía la actuación de la empresa, a ser la condición que tiene que cumplir para poder seguir funcionando. Es decir, para que una empresa sea sostenible a medio y largo plazo, es necesario que sea rentable, que tenga más ingresos que gastos. Pero maximizar estos no tiene por qué ser la prioridad, tan solo una condición necesaria. El objetivo prioritario de estas empresas es producir bienes y servicios útiles para la sociedad, ser el lugar en el que algunos se ganan la vida de una manera digna y colaborar en la mejora del entorno en el que se habita. Esto es lo prioritario, la rentabilidad es la herramienta. Como se ve, es un cambio diametral en el que la prioridad pasa a ser instrumento y la Función Social de la Empresa la prioridad.
Esto es una realidad posible y cierta ya en algunas empresas
Esta concepción que prioriza la Función Social de la Empresa y considera el beneficio como una simple herramienta necesaria para lograr la meta principal, ya es una realidad en muchas empresas. Quizá no sean la mayoría, pero las hay. Concepciones económicas como la Economía del Bien Común, la Economía de Comunión o la Democracia Económica, avanzan en esta dirección y realizan aportaciones interesantes además de ser puestas en práctica por algunas empresas. Otras empresas (especialmente muchas familiares) han tenido esta concepción desde siempre y siguen practicándola porque se encuentra en el corazón de su manera de ser empresa. Desde Funderética (fundación ligada a la familia redentorista que se dedica al estudio y la reflexión ética) también estamos colaborando en la promoción de esta manera de hacer empresa a través de unas evaluaciones éticas para empresas que quieren cambiar sus prioridades y trabajar al servicio de la sociedad. Por ello, podemos afirmar que la construcción de empresas que introducen en su funcionamiento parámetros de una economía solidaria a través de la priorización de su Función Social, desterrando una manera egoísta de funcionar en la que solamente importa el beneficio, no solo es una realidad, sino un camino de futuro por el que muchas más van a transitar.
Las diferencias salariales
Artículo publicado en la revista ICONO, año 116, nº 5, Junio 2015, pág: 14 y 15
El otro día me metí en una página web de la BBC, http://www.bbc.com/news/world-31110113, en la que te dicen cuantos minutos tarda un futbolista (puedes elegir cuál) en ganar lo que tú ingresas en una semana y cuántos años necesitarías trabajar para ganar lo mismo que él gana en un año. Hice una aproximación con un salario bajo (15.000€ al año) y otra con un salario algo más elevado (55.000€ al año) y lo comparé con el principal futbolista del Real Madrid. En el primer caso, el deportista ganaba en 8 minutos lo que el trabajador ganaba en una semana y en el segundo treinta minutos. Visto desde otro punto de vista, el primero necesitaría trabajar durante 1.213 años para ganar lo que el futbolista en uno, y el segundo precisaría de trabajar 331 años para lograr lo mismo.
Las diferencias no solo se dan en el fútbol
Estas remuneraciones excesivamente altas no se dan tan solo en el Fútbol. Algunas grandes empresas también tienen unas grandes diferencias entre sus directivos. Una gran multinacional española de las telecomunicaciones paga a su máximo directivo el equivalente a 450 personas de las que menos cobran en esa empresa. Los ejemplos se repiten en las grandes empresas españolas, con unas diferencias que sobrepasan con frecuencia el 100:1. De hecho, la remuneración del consejo de dirección de esta misma empresa recibe unas remuneraciones anuales que son equivalentes a 1.150 trabajadores que perciban 20.000 € anuales. Volviendo al ejemplo del fútbol, la misma página que he señalado antes indica que la media de salario de los jugadores de la liga inglesa es de 2,2 millones de euros anuales. Si estos futbolistas cobrasen una décima parte (220.000 € anuales) se liberaría una cantidad de euros que serviría para pagar a 29.000 personas con un salario anual de 40.000 € (el doble si bajamos el salario a 20.000 €).
Otras empresas no tienen diferencias tan altas
Evidentemente, muchas empresas medianas y pequeñas no tienen diferencias de remuneración tan elevadas. Son muchas las que tienen propietarios o directivos que pueden cobrar como mucho cinco o seis veces más que su trabajador peor remunerado. Estamos hablando de empresas en las que el abanico de salarios se mueve entre 20.000€ el peor y 120.000€ el el mejor remunerado. Diferencias más reducidas y que parecen más razonables. Porque ¿Tienen sentido unas desigualdades tan altas como las vistas en los apartados anteriores? ¿Juegan mejor al fútbol los futbolistas actuales que los de hace quince años cuando sus remuneraciones eran una tercera parte que las de ahora? ¿Funcionan mejor las grandes empresas ahora que hace cincuenta años cuando las diferencias salariales eran muchísimo más bajas?
Quien sustenta estas diferencias
Todo esto se basa en la existencia de unas estructuras empresariales que permiten y potencian estas diferencias que nos parecen escandalosas a muchos. Pero también nosotros colaboramos en esta realidad cuando adquirimos los bienes que producen estas empresas. Cada vez que compramos las zapatillas que publicitan los jugadores de fútbol estamos aportando dinero a la cuenta de un deportista que tiene unos salarios exagerados. Cada vez que adquirimos productos de una de estas grandes empresas, estamos engrosando los bolsillos de unos directivos que tienen unos salarios exagerados y estamos colaborando en el crecimiento de las desigualdades mundiales. Cuando Benedicto XVI afirmó que “comprar es siempre un acto moral” en la Encíclica Caritas in Veritate 66 nos estaba recordando la responsabilidad social que tenemos en nuestras compras. Sin embargo, nuestro desconocimiento sobre cómo trabajan las empresas y los salarios que pagan, nos impide, con frecuencia, ejercer esta responsabilidad social
Cambiar las estructuras
Por ello, necesitamos que al igual que aparecen en los envases de los productos las características de los mismos, también se nos informe sobre las condiciones sociales en las que producen las empresas y las diferencias salariales que existen en su interior. Queremos saber si, tal y como exige la Doctrina Social de la Iglesia, las empresas a las que les compramos pagan unos salarios dignos y suficientes para cubrir las necesidades de los trabajadores y de sus familias. No se trata tan solo de cumplir la ley, sino de ir más allá, de que los beneficios que saca la empresa gracias a nuestras compras sean repartidos de una manera justa entre sus propietarios y trabajadores. Que aquellos a quienes les damos negocio no sean promotores de desigualdades sino agentes de equidad, que las empresas se centren más en cumplir su función social que en favorecer el enriquecimiento de unos pocos de sus trabajadores, asesores o propietarios. Pedir la transparencia en este campo y que se incorpore en la información que recibimos con el etiquetado y con los envases, nos permitirá tener unos criterios de compra socialmente responsable. Por todo ello, debemos pedir a nuestros gobernantes que exijan a las empresas ser transparentes también en estos aspectos.