Al principio se ven estas ideas como una locura y como imposibles.
Sin embargo, cuando son mayoritarias pasan a ser normales y mucha gente se plantea cómo puede ser que existan personas que no las acepten.
Al principio se ven estas ideas como una locura y como imposibles.
Sin embargo, cuando son mayoritarias pasan a ser normales y mucha gente se plantea cómo puede ser que existan personas que no las acepten.
Algunos te dicen que las cosas no se pueden cambiar, que no podemos hacer nada, que las cosas no pueden ser de otra manera.
Sin embargo, la vida es continuo cambio, nada permanece, todo está en movimiento.
Pensar que las cosas no se mueven, es condenarse al deterioro.
Quienes quedan atrás se muestran como personas que no saben aprovechar las oportunidades múltiples que les aporta nuestra sociedad.
Quien queda atrás no solamente tiene que afrontar su situación defavorecida, sino también la sensación de ser el único responsable de estar dónde está.
¿Qué está por encima la idea o la realidad?
Aunque los modelos que hacemos para entender lo que nos rodea son muy útiles, aplicarlos sin tener en cuenta la complejidad de la realidad (que siempre está simplificada en ellos) puede llevarnos a fracasar o a crear más problemas de los que ya existían.
Pensar que solo hay una opción es una estratagema para hacer lo que alguien considera más adecuado.
Siempre hay más de una opción, podemos pensar que una es la mejor, pero no decir que es la única, siempre podemos hacer las cosas de otra manera.
Quien quiere hacernos creer que solo hay una opción, lo hace por algún interés particular, ya sea esconder su inseguridad o que las cosas vayan por donde a él o ella le conviene.
El verdadero paraíso no consiste en no tener nada que hacer, en llevar una vida regalada. Si vivimos así echamos a perder el arte de vivir y nos abocamos a una existencia monótona y mediocre.
El paraíso es un regalo que recibimos que tenemos que cultivar y guardar. Cuando lo hacemos, comprendemos bien dónde radica la belleza de la vida y cómo podemos construir una existencia plena para nosotros y los demás.
«Salía de un infierno para ir a un paraíso, al menos así lo creía ella»
«Le ayudé para que llegase a la estación de autobuses, para que tomase el metro y pudiese comprar su billete hasta Santander»
«Dudo que en su destino encontrase ese futuro diferente que buscaba»
Miraba todas las etiquetas, que si está hecho con restos de animales, que si es o no producción ecológica, que si la empresa explota a niños en Asia, que si es mejor comprar en tiendas locales, que si…
Le compro a alguien que es del barrio, genero economía local aunque sea sumergida…
Pertenece a una mafia más grande que no solo trafica con drogas, sino que también tiene negocios de explotación sexual de mujeres y ajustes de cuentas o encargos sucios con sicarios a sueldo…
Aquí tenéis el último relato económico por ahora de la serie que estoy haciendo para el blog de Vida Nueva que se llama «el pan nuestro de cada día»
Debido a las circunstancias, hoy comienzo un nuevo blog en Vida Nueva titulado «transformar desde la pandemia» que también iré poniendo aquí y que versa sobre sugerencias para pensar por dónde queremos que transite nuestro futuro a partir de las enseñanzas que nos deja la pandemia.
Cuando acabe esto retomaré «el pan nuestro de cada día»
Otro pequeño relato que habla sobre cómo en ocasiones buscamos que lo que tenemos nos defina lo que somos.
Os propongo otro pequeño relato que nos habla de algo que realizamos cotidianamente
Aquí tenéis un pequeño relato sobre qué percibimos cuando acudimos a los nuevos templos de la religión economicista: los centros comerciales
Otra greguería pecuniaria publicada en España Buenas Noticias.
Un pequeño relato que nos puede ayudar a aprender quiénes se alegran más cuando nos endeudamos, si nosotros o son otros quienes más se alegran el nuestro endeudamiento.
Puedes acceder directamente al artículo en: http://ebuenasnoticias.com/2015/02/17/que-bueno-es-endeudarse/