La vida consagrada como vocación

En Taizé vemos y convivimos con los hermanos que son personas que consagran su vida al servicio de los demás, que deciden ofrecer lo que son para vivir una vida plena siendo con, por y para los demás. En cambio los jóvenes de hoy en
día, en su gran mayoría, tienen muy interiorizado
que la vida es alcanzar los propios objetivos, propias ilusiones,
tener éxito persiguiendo aquello que se proponen. Mensajes contrarios que deben hacernos reflexionar.

 

Papel, calma y sosiego

Nuestro ritmo pretende ser más rápido que
el ritmo divino, siempre queremos todo con más
prisa, siempre queremos que las cosas sucedan
una detrás de otra y no parar. Pero en Taizé el
papel, el escribir, hace que nuestra estancia allí
transcurra a otro ritmo. Papel, calma, sosiego… ritmos de la vida

 

Las nuevas herramientas de comunicación

Parece que todas las nuevas tecnologías son un sistema que
nos ayuda a acercar a las personas, que nos permite
tener unas mejores relaciones con los otros. Pero no siempre es asi, el contacto personal es insustituible. La relación verdadera se establece en el contacto personal.  Por eso en Taizé ves a las
personas relacionándose con los demás. Y aquí es donde se
puede hacer realidad del amor de Dios, el darse a los
demás y acoger lo que ellos me dan.

 

La sorpresa como efecto mágico

Parece que lo nuevo es lo importante, cambiar, ser
creativo, hacer cosas como nunca antes se habían
hecho.  Pero lo importante muchas veces está en la esencia.  Todo consiste en dejar actuar a Dios. La sorpresa está en el otro ser humano , en nosotros mismos y no en el efecto mágico. Además Dios en la persona de Jesús  con su Espíritu  Santo  en nosotros, siempre  es una buena y nueva noticia